Cuando se practica el Reiki nos alineamos con la energía divina que con paciencia nos permite sentir y mirar en nuestro interior. Lo cual nos facilita acompañar y complementar cualquier proceso curativo convencional y, nos ayuda a sanar aspectos más allá de lo físico. Sanando nuestro dolor, nuestras experiencias y vivencias, hasta llegar a nuestro auténtico Ser. El Reiki es el camino para llevar paz a nuestro cuerpo, a nuestra mente, a nuestras emociones… a nuestra Alma.