Hoy fui con un grupo de amigos a Asís. Somos todos parte del movimiento espiritual Ananda al rededor del mundo. En la foto 1, donde estamos en el café se pueden ver siete nacionalidades diversas.
(Foto 2) Primero fuimos a la "Porziuncola", que es la iglesia que San Francisco de Asís construyó con sus propias manos, después de que Cristo se le apareciera pidiéndole que "reconstruyera su iglesia". El sentido de la reconstrucción de la iglesia de Cristo, más allá de esta primera manifestación completamente literal, significó reconstruir el estilo de vida y la manera en que el devoto se puede relacionar con Cristo. Esta iglesa tiene alrededor de 800 años. Mientras estabamos ahí comenzó una misa en español, ¡linda coincidencia! Leyeron la historia de San Pablo de Tarso que se conmemora el día de hoy. ¡Bastante conmovente!
(Foto 3) Después fuimos a la iglesia de San Damiano, que es donde San Francisco de Asís tuvo su visión de Cristo. San Francisco estaba adorando un crucifijo cuando éste tomo vida y comenzó a hablarle.
En esta iglesia también es donde Santa Clara, la discípula más importante de San Francisco, fundó su orden y monasterio de las Clarisas. Aquí mismo Santa Clara dejó su cuerpo.
La Foto 4 es una parte de una carta que Santa Clara escribió a una de sus hermanas en el convento. La traducción es la siguiente:
"Coloca tus ojos frente al espejo de la eternidad, coloca tu alma en el esplendor de la gloria, coloca tu corazón en Aquel que es figura de la sustancia divina y transformate completamente, a través de la contemplación, en la imagen de la divinidad de Él. Con todo tu ser ama a Aquel que por amor a ti se donó completamente".
Esta carta me conmovió profundamente el corazón. Meditar ahí fue una experiencia bendecida.
La foto 5 es una iglesia construida en dedicación a Santa Clara. No tuvimos la suerte de encontrarla abierta.
La foto 6 es el grupo que quedó a ese punto del peregrinaje. Otros tuvieron que marcharse justo después de haber visitado la Porziuncola.
La última foto es un mural entre las calles de Asís con Santa Clara, Santa María y San Francisco.
Este peregrinaje duro apenas medio día pero tuvo un poder transformador en mí bastante importante. Me dio fuerza y claridad para tratar de entregar cada momento de mi vida a Cristo y a Dios.
¿Tú alguna vez has ido de peregrinaje?