Algo que me pasaba mucho antes de empezar mi transformación era que dudaba de muchas cosas, y esas dudas me limitaban. Me preocupaba más por el precio que por el valor de lo que algo podía ofrecerme. Esto me mantenía atrapado, sin avanzar, porque veía el precio como un obstáculo, cuando en realidad el verdadero obstáculo era mi forma de pensar. Porque, seamos claros, precio y valor no son lo mismo, aunque muchas veces los confundimos. El precio es simplemente un número, la cantidad que necesitas pagar para obtener algo. Pero el valor… el valor es lo que ese algo te devuelve a cambio. Es lo que transforma tu vida, lo que multiplica tus oportunidades y lo que te abre puertas que antes estaban cerradas. Ahora, déjame preguntarte: ¿Cuántas veces has querido algo que sabes que puede cambiar tu vida, pero te detuviste al ver el precio? ¿Cuántas oportunidades dejaste pasar sin considerar el valor que podías ganar en el futuro? Piénsalo por un momento. ¿Cuál crees que es el valor de algo que te enseña a controlar tu dinero, ahorrar miles de dólares en intereses al salir de tus deudas, hacer crecer tu dinero con el poder del interés compuesto, y recuperar tu tiempo para disfrutarlo como siempre has querido? ¿Cuánto vale para ti esa transformación? Y, más importante aún, si el precio es lo único que te detiene de tener un cambio realmente transformador, déjame hacerte esta pregunta: ¿Cuánto te va a costar si sigues haciendo lo mismo que has estado haciendo hasta ahora? ¿Cuánto más estás dispuesto a perder antes de tomar una decisión que transforme tu vida?