¿Cómo afectarán las elecciones presidenciales estadounidenses a los mercados financieros?
Aunque los candidatos parecen ser muy diferentes en muchos sectores de la economía y la política, en realidad las diferencias entre los dos candidatos en muchas áreas son bastante pequeñas. Por ejemplo, en política fiscal, ambos candidatos seguirán aumentando el gasto público si ganan, pero hay diferencias en política tributaria, donde Trump, por ejemplo, promete recortar aún más los impuestos a las empresas (del 21% al 20%), mientras que Harris quiere subir el impuesto de sociedades al 28%. También hay diferencias relativamente pequeñas en política arancelaria, donde no se espera una vuelta a una política de libre comercio, y Trump probablemente aumentaría los aranceles actuales, especialmente en el comercio con China. A primera vista, hay grandes diferencias en áreas como la sanidad, la inmigración, la política exterior o el medio ambiente, pero estos temas no tienen un gran impacto en los mercados. Así, la regulación puede tener un gran impacto en los mercados, y es probable que Trump en particular apueste por una desregulación generalizada en muchos sectores. Por lo tanto, se espera ampliamente que la victoria de Trump en las elecciones tenga un efecto positivo inmediato en los mercados bursátiles, incluso si el Congreso está dividido o los demócratas consiguen controlar ambas cámaras del Congreso. Sin embargo, teniendo en cuenta cómo les ha ido a los mercados bursátiles bajo la presidencia de Biden, incluso la elección de Harris podría no conducir necesariamente a una venta masiva, pero las probabilidades de un descenso del mercado son mayores. Desde una perspectiva sectorial, cabe esperar que el sector energético se beneficie de una victoria de Trump y es poco probable que una victoria de Harris le reporte puntos positivos, al igual que, por ejemplo, el sector sanitario. Dada la postura sobre la regulación, una victoria de Trump también podría ayudar al sector bancario, por ejemplo. Además, el dólar estadounidense sería probablemente el más beneficiado por una victoria de Donald Trump, mientras que el peor escenario sería la incertidumbre asociada a un partido gobernando el Congreso y otro la Casa Blanca.