1. Nunca dejes de aprender: El mercado financiero es dinámico y siempre está cambiando.
2. Invierte en un plan B: Tener siempre un plan B disminuye el costo emocional de cada transacción.
3. Gestiona tus emociones. Trabajar para mantener el foco y tomar decisiones racionales basadas en un plan es fundamental.