Esperanzadora la final de la Asamblea del Sínodo.
Buenos días, estuve "desaparecida" estos días, dando un curso sobre las dinámicas interpersonales y cómo nuestros vínculos, nuestras relaciones con los demás, nos hacen ser quienes somos. Y todo eso tiene que ver con todo lo que se trabajó en el Sínodo, pero fundamentalmente con el proceso de la escucha, que creo que fue la experiencia que más rescatan los participantes. Escuchar al otro, escucharnos. Y escuchar voces, que muchas veces a nuestros oídos son ruidos. No sé cómo veis esta etapa que se abre a partir de ahora. Si bien el Sínodo sigue, ahora hay que "aterrizar" todo lo que se trabajó y la experiencia de cada uno de los participantes, llevarla a sus lugares. Creo que es un desafío permanente, un proceso y una conversión. ¿Qué pensáis? Veo a un Papa esperanzado, y a la vez "desesperado" (entiéndase bien) porque en la iglesia haya menos estructuras y más cristianismo. Un abrazo a todos y cada uno y buena semana.